Desastre y cambio por mina de oro en el Peru

Cada cinco o seis años, la gente de la zona andina suele cambiar su tema vigente de la sociedad. Aunque siempre hayan muchos problemas acumulados históricamente, ellos se tratan como si, si que éste sea único problema que solucionar.

Para los peruanos, les parece que el tema más importante de hoy sea el problema de minas. Por supuesto que la categoría del problema es muy diversa y amplia: desde la de medio ambiente hasta de política internacional, y desde mina de petroleo hasta la de oro y uranio. Cada región tiene cada problema de minas.

Aquí les presento un problema en torno a la mina de oro de la Región de Madre de Dios, la zona extremo sur del Perú. Hace 10 o 15 años, cuando visité aquí, ya existió el problema. Pero, recuerdo que el problemático estaba una categoría de contaminación del agua del Río. Hoy día, sin embargo, las minas de oro de esta zona siguen causando los problemas nuevos, es decir, una síndrome gravísima socio-económica y conflictos entre los ciudadanos.

En esta situación un sacerdote suizo, un conocimiento mío y mi guía de esta zona, se levanta para combatir con los problemas gravísimos. El siguiente es un reportaje sobre el tema que se ha puesto en página web llamada “VATICAN INSIDER” (Roma, sábado 04 de agosto de 2012).

La “fiebre” del oro que empobrece Perú

07/25/2012
PAOLA MOJOLA (periodista de “Missioni Consolata")

El reportaje de Missioni Consolata en la tierra explotada por las multinacionales. Los misioneros tratan de denunciar la situación que viven mujeres, hombres y niños y tratan de detener este enorme robo internacional. LUCA ROLANDI (ROMA)


Tombopata (Puerto Maldonado)

La crisis económica en el país andino es cada vez más dramática y está destrozando a la población. El princpial factor de este proceso degenerativo en la región de Madre de Dios es, sobre todo, la explotación de los recursos minerales que enriquece a las multinacionales del precioso metal, dañando dramáticamente a las poblaciones locales.

Paolo Moiola, periodista de “Missioni Consolata" fue a la región al sureste del país, famosa por su biodiversidad, para ver qué está sucediendo a nivel ambiental por culpa de la nueva “fiebre” del oro.

Perú es el sexto productor de oro del mundo. Los países que encabezan la lista son China, Sudáfrica, los Estados Unidos, Australia y Rusia. En 2011, en el país andino fueron extraídas 164 toneladas del metal precioso, que equivalen al 6 % de la producción mundial.

Desarrollan sus actividades en la zona sobre todo grandes multinacionales como la Barrick Gold (de Canadá) y la Newmont Minig Corporation (de los Estados Unidos), que posee la mina más grande de oro de Sudamérica: Yanacocha, en Cajamarca.

Un misionero suizo, el padre Xavier María Arbex de Morsier, fundador y responsable de Apronia, una asociación que protege a los menores de la explotación, vive y trabaja desde 1975 en Puerto Maldonado. Denuncia con fuerza a todos los que explotan sin piedad a la población local para extraer oro de las minas.

En Puerto Maldonado hay muchos que compran oro. Todos los clientes son mineros informales. Su trabajo es durísimo, pero pueden ganar bastante bien. Lástima que el precio tan elevado de este comercio lo tengan que pagar el ambiente y la sociedad.

Es justamente la cuestión ambiental el primer gran peligro en la zona de Madre de Dios, en donde la extracción desenfrenada de oro está poniendo en riesgo la reserva natural de Tombopata, además de dañar considerablemente a la biodiversidad de Puerto Maldonado.

Este desastre ambiental también es un desastre social: los más de 15 mil mineros viven en condiciones poco dignas; la criminalidad y la prostitución han aumentado; la droga y el alcoholismo son la “compañía” de muchos de los trabajadores que no logran resistir los durísimos horarios del trabajo de la extracción. Hay también problemas realcionados con la maternidad precoz: se calcula que el 35 % de las nuevas madres son menores de 18 años. A menudo, las jóvenes madres y sus hijos viven en un abandono y en una degradación social insostenibles, mientras los misionarios tratan de ayudarlas deteniendo esta situación.

En donde hay una mina de oro al aire libre, la destrucción es total, indica el Reportaje de “Missioni Consolata”: «en lugar de árboles hay un desierto; en lugar del río hay agua envenenada con mercurio y combustibles; en lugar de una comunidad civil hay una sociedad degradada».

Uno de los que se oponen a esta lógica de aldeas de plástico y comercio ilegal es César Ascorra, responsable de la Cáritas de Madre de Dios, quien describe a Moiola el proyecto alternativo de sociedad y producción para tratar de promover modalidades diferentes para la extracción y comercialización del “oro bueno” (Allinccory). Ascorra ilustra la positiva iniciativa para afrontar la ferocidad de las multinacionales y defender la naturaleza (agua y minerales), favoreciendo, al mismo tiempo, a las poblaciones.

http://vaticaninsider.lastampa.it/es/homepage/reportajes-y-entrevistas/dettagliospain/articolo/peru-peru-oro-gold-17071/



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